Por Ernesto Gutiérrez Pino
El jiquí es un árbol que crece silvestre en algunas localidades
de Cuba, principalmente de Camagüey a Guantánamo, región Este del país caribeño, y por su durísima e incorruptible madera los campesinos lo usan
como horcones y durmientes de sus casas. También se emplea
como postes de cercas.
La
expresión popular que se escucha en Cuba de estar “duro cómo un
jiquí” o "fuerte como un jiquí", caracteriza a una persona que es físicamente fuerte como este árbol de unos 12 metros de altura y de hojas de color verde olivo.
Se cuanta que
el pelotero cubano Julio "Jiquí" Moreno Gonzalez, 1921-1987, fue apodado de
"Jiquí" a causa de sus fuertes disparos hacia el home plate (plato).
Por su resistente madera, en los cultos sincréticos cubanos, el jiquí está consagrado a Oggún, uno de
los orishas o dioses del panteón yoruba que sincretiza con San Pedro en el catolicismo romano.
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