Estas salas enclavadas en las
comunidades rurales y urbanas de todas las provincias de Cuba, constituyen un
Programa de la Revolución
rectoreado por la Unión
de Jóvenes Comunistas con el fin de contribuir a una mayor masificación
de la cultura general integral de los cubanos.
La Isla cuenta en la actualidad
con unas 350 instalaciones de ese tipo, y en Las Tunas hay 15 que tienen como
particularidad que cada propuesta cinematográfica sea presentada por un programador
o comunicador cultural, quien luego de concluida la proyección de la cinta
dirige el debate de la muestra, a diferencia de lo que ocurre en las ya
tradicionales salas de cine.
Los Video Clubes Juveniles se
extienden hasta las comunidades más apartadas de la topografía de Cuba, lugares
recónditos en los que funcionan con la electricidad procedente de paneles
solares.
Este Programa de la Revolución constituye
una opción recreativa para niños y jóvenes desde las comunidades, en los que se
realizan además conferencias en coordinación con los demás centros educativos y
de salud de la comunidad, peñas culturales, tertulias literarias y concursos
didácticos sobre la filmografía del orbe.
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